Fernando León y Castillo, ministro del Interior y de Ultramar del Gobierno de España y embajador en París, promotor de Diario de Las Palmas en 1893/LP-DLP

Fernando León y Castillo, ministro del Interior y de Ultramar del Gobierno de España y embajador en París, promotor de Diario de Las Palmas en 1893/LP-DLP

 Los periódicos fundados por Gustavo J. Navarro Nieto y Fernando León y Castillo se integraron bajo una sola cabecera, empujados por la nueva realidad social y tecnológica

Sendos editoriales justificarían el nuevo rumbo al unificar ambas publicaciones, reiterando su fe en un proyecto regional para Canarias

Amado Moreno

La fusión de Diario de Las Palmas con LA PROVINCIA era un desenlace inevitable. La incógnita  sería la fecha o el año en que habría de producirse. Con anterioridad, la mayor parte de todos los rotativos nacionales de tarde iban cerrando y desaparecían de los quioscos, sin importar su prestigio o calidad de contenidos como Pueblo, Informaciones, ambos en Madrid, y  El Noticiero Universal de Barcelona, entre otros.

 No todos serían clausurados por idénticos motivos. Sin embargo, sí concurría un elemento en común que les debilitaba progresivamente en su difusión: la intensa y variada  competencia televisiva. La fuerte irrupción del medio audiovisual  en los hogares modificó los hábitos de lectura vespertina, de modo que gran parte de esos habituales compradores, migraron para engancharse a la prensa de la mañana. Fenómeno similar siguió el flujo de la publicidad.

Mensaje la víspera de la fusión, insertado en Diario de Las Palmas el 31 de diciembre de 1999, último día de su publicación en solitario/LP-DLP

Mensaje la víspera de la fusión, insertado en Diario de Las Palmas el 31 de diciembre de 1999, último día de su publicación en solitario/LP-DLP

La suma de ambos factores decadentes, difusión y publicidad, incidiría negativamente en la fuente de ingresos que les había garantizado cierta estabilidad. No obstante, en la etapa previa a su fusión con LA PROVINCIA, se constató un denodado esfuerzo empresarial por mantener individualmente Diario de Las Palmas, aunque no a cualquier precio, ni con ensoñaciones inviables.

Modernizó su diseño, variando su mancheta de portada para dejar atrás el tipo gótico de letra con el que había nacido. Emprendió acertadas promociones extras que tiraban de las ventas puntualmente. Imprimió ediciones en inglés, a la vez que potenciaba la pluralidad de contenidos, en particular las de opinión, con firmas radicalmente opuestas en lo ideológico, sin  desdeñar en el plano informativo la persecución de exclusivas  y reportajes de impacto.

Diario de Las Palmas sumaba así un conjunto de esfuerzos con el sello profesional de Santiago Betancort Brito en la dirección durante catorce años, antes de unirse definitivamente al periódico matinal  de Editorial Prensa Canaria, y dentro del conglomerado de Prensa Ibérica, grupo editorial ya extendido por otras autonomías de España con más cabeceras sobresalientes en el ámbito regional.

 En la memoria de generaciones posteriores ha prevalecido aún la meritoria labor desempeñada por los directores del vespertino, tras su reaparición de la mano de Matías Vega Guerra en 1953, años después de la guerra de 1936-1939 en España. Pedro Perdomo Acedo, Andrés Ruiz Delgado, Pablo Hernández Montesdeoca, Juan Ignacio Jiménez Mesa, José Henríquez Núñez-Ojeda, Amado José El-Mir Sánchez, además del último, Santiago Betancort, fueron sucediéndose en la responsabilidad ejecutiva.

Francamente, el anuncio de la fusión que ahora está por conmemorarse, no pilló entonces por sorpresa a muchos de los afectados. Eran conocedores de experiencias ajenas en cuanto a publicaciones de tarde ya desaparecidas. De manera distinta a lo que sucede habitualmente en las grandes fusiones empresariales, priorizan como urgencia un recorte de personal muchas veces despiadado, aquí se prescindió, no sin amargura, sólo de un grupo de leales y eficaces colaboradores de Diario de Las Palmas.

 Su permanencia fue desestimada para evitar duplicidad de funciones que eran asumidas por la propia plantilla. La marcha de aquellos sería lamentada por la solvencia que habían acreditado en su especialidad respectiva, y por ser un modelo de compañerismo. Así los seguimos recordando hoy algunos de los que entonces remábamos en la aventura periodística.  

TRASCENDENCIA CON EXPLICACIONES

Un editorial, medido cuidadosamente tanto en la forma como en el fondo, anunciaba en portada el viernes 31 de diciembre de 1999 la fusión del diario de tarde con LA PROVINCIA a partir del domingo 2 de enero de 2000. Bajo el título “Nueva etapa en una larga historia” advertía que era la última vez que utilizaba su cabecera de manera individual, y que dos días después seguiría en la calle “indivisiblemente unido a LA PROVINCIA”.

El editorialista evocó los años de esplendor de los periódicos de tarde, haciendo de Diario de Las Palmas el de mayor circulación de Canarias, como ocurrió a escala nacional con distintos vespertinos en Madrid. En otro párrafo revelaba que “las mutaciones sociológicas acaban imponiéndose a las razones subjetivas” para justificar la nueva alternativa empresarial y la unión de ambas cabeceras, la del matutino grancanario, fundado por Gustavo J. Navarro Nieto en 1911, y la del periódico de tarde,  promovido por Fernando León y Castillo en 1893. “Creemos en Canarias como unidad y esta es nuestra manera empresarial y cultural de demostrarlo”, resumía aquel mensaje de despedida en solitario.

Con parecida declaración pública de “fe regional” se expresó el editorial que LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas colgaría en primera página al estrenar la fusión el 2 de enero de 2000, bajo el título “Apuesta por Canarias”. Dirigido por Diego Talavera Alemán –décadas más tarde de iniciarse éste en el oficio precisamente en la Redacción del vespertino- precisó que los más de cien años de historia de Diario de Las Palmas “desaguan con toda su presión histórica y su energía de futuro, en el más joven caudal de LA PROVINCIA. Si fueron paralelos en gran medida, fluyen desde ahora por una sola cuenca con la vitalidad, el ímpetu y la ambición derivados de su unidad”.

Además de ambos editoriales, las portadas de las fechas aludidas coincidieron en valorar otro tema: “El cambio de año más vigilado del siglo” por el posible  “efecto 2000” al transitar 1999 al Año Nuevo, era el asunto relevante de Diario de Las Palmas en su despedida individual el 31 de diciembre. La misma cuestión sería replicada en LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas al estrenar sus cabeceras ya juntas,  para desvelar que “el efecto 2000 no provocó contratiempos en Canarias”. La información era avalada en hojas interiores por Antonio López, entonces delegado del Gobierno en Canarias.

Una noticia de alcance internacional, sobre mismos personajes, Yeltsin y Putin, encontraron espacio igualmente en las portadas de ambas publicaciones. Con el epígrafe de “Última hora”, cuando ya agonizaba el siglo XX, Diario de Las Palmas avanzó aquella tarde la dimisión de Boris Yeltsin al cabo de ocho años en la presidencia de Rusia.  Poco más de 24 horas después, en el marco de la bienvenida al siglo XXI, LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas, ya unidos, ratificaba la noticia de la jornada: “Putin, nuevo hombre fuerte de Rusia, tras la dimisión de Yeltsin”.

PERIODISMO DE REFERENCIA

A la luz de diversos sucesos en años siguientes, particularmente el sufrido por Ucrania con la invasión rusa, se antoja memorable y no exento de vigencia el artículo firmado la misma jornada por Manuel Leguineche sobre el relevo en Moscú. Apareció en la página dos de la modificada cabecera de los dos periódicos unificados por Editorial Prensa Canaria, el primer día de su llegada a los quioscos con la innovación.

Leguineche, visionario, legendario y veterano reportero curtido en múltiples frentes bélicos de Europa, África y Asia, escribe que Yeltsin dejaba su cargo “a un Putin militarista y nacionalista que ha amenazado con arrojar a los chechenos al inodoro. Hace seis meses, Putin era un don nadie. Yeltsin le ha permitido saltar a la popularidad”.

Añadió el columnista que la guerra que entre 1994-1996 desprestigió a Yeltsin, había servido a su heredero, sin embargo, para sumar puntos y llevar a cabo una meteórica carrera. El periodista español ilustró su análisis con una anécdota: “Un vecino suyo ha dicho en TV que Vladimir Putin es la clase de hombre que asusta a los niños. No importa que sea el sacamantecas: todos parecen satisfechos”.

Más adelante, en “La Marea”, otro apartado del mismo ejemplar de LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas,  abunda sobre una arenga de Putin a los militares rusos en el frente checheno. El nuevo presidente, tras celebrar la Nochevieja anterior con champán a bordo de una aeronave que le trasladó desde Moscú para aterrizar a cuarenta kilómetros de Grozni, les anima en estos términos: “Vuestra principal tarea es poner fin a la desintegración de Rusia. Entre todos debemos restablecer el honor y la dignidad del país”.

Poner hoy el foco en este detalle informativo y analítico de orden internacional, veinticinco años después, no es una obviedad. Aunque la preferencia siempre de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas ha sido la pulsión del acontecer canario, nunca dieron la espalda a lo que sucedía más allá del territorio insular, concediéndole el espacio y examen que exigía cada circunstancia, por razón de la vertiginosa globalización en la esfera de casi todas las actividades.

 El juicio de Leguineche, entre las firmas más prestigiosas de la época,  definía un retrato ajustado del flamante presidente ruso, que permite comprender su prolongado mandato en el Kremlin. Permite entender también su afán expansionista hoy en Ucrania, tras laminar la capital chechena años antes, sin abandonar luego su intromisión para frenar la inercia soberanista de otras repúblicas caucásicas que se descolgaron de la antigua URSS o imperio soviético.

Contar lo que pasa y que interesa a la gente debe ser el norte de todo periodista, Eugenio Scalfari dixit. Leguineche enarbolaba ciertamente, también como columnista asiduo, ese lema que distinguía al informador y analista ejemplar, y que ya alumbraba como un faro el periodismo de la Redacción de LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas que surgió  con la publicación conjunta en una sola cabecera, el dos de enero del año 2000.

  • Publicado día 30 de diciembre de 2024 en LA PROVINCIA con motivo del 25 aniversario de la fusión con Diario de Las Palmas

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