Rodolfo Cardenal, que ofreció dos conferencias en el Aula Manuel Alemán de Las Palmas, es uno de los jesuitas supervivientes del grupo de Ignacio Ellacuría, asesinado por militares salvadoreños junto a otros cinco compañeros en 1989. Rodolfo Cardenal es sobrino de Ernesto Cardenal, el poeta nicaragüense que fue ministro de Cultura en el primer gobierno sandinista. Nacido en Nicaragua, posee doble nacionalidad: nicaragüense y salvadoreña. Es subdirector del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica de la Universidad Centroamericana de Managua. Ha sido vicerrector de la Universidad Centroamericana de El Salvador (UCA) y profesor de Historia de la Iglesia en la misma.
ENTREVISTA DE AMADO MORENO
-¿Qué espera Centroamérica de la nueva era que dice inaugurar Obama en la presidencia de Estados Unidos?
– Centroamérica no es prioridad para Obama y en general tampoco América Latina. Le interesa Venezuela y Cuba y ésta especialmente por el problema del embargo. También hace de Brasil un aliado. El área centroamericana es un fenómeno fuera de sus intereses.
– El chavismo, compartido por su aliado Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, ¿qué repercusiones presenta en la realidad social de la zona (El Salvador, Guatemala y Honduras, además de Nicaragua)?
– Con el proyecto Alba, Nicaragua y Honduras se encaminan hacia un banco común de desarrollo. En realidad aún no se ha comenzado pero están en su diseño. Venezuela proporciona petróleo a pagar a medio y largo plazo y en buenas condiciones. Se ofreció hacer una refinería que luego se suspendió por causa de la depresión actual. En Nicaragua hay un negocio con el petróleo. En realidad nadie conoce los fondos que se incrementan gracias a este combustible que sólo Ortega maneja. Esos fondos se gestionan de gobierno a gobierno con lo que aumenta la deuda externa. No aparece en el presupuesto del país, ni está controlado por nadie. Para Ortega el principal apoyo externo es Chávez y casi el único.
– ¿Y en El Salvador?
– En El Salvador también se hace negocio con el petróleo y por ayuntamientos controlados por el FMLN. Si ganan las elecciones próximas del 15 de marzo es difícil estar fuera de la influencia de Chávez. Se espera en ese caso que Chávez ayude económicamente y también influya en sus políticas? Al menos no está claro que un gobierno del FMLN vaya a ser independiente de Chávez ya que dentro de su política entra el influir en aquellos que apoya económicamente. Como también lo hace EEUU.
– ¿Comparte las críticas del escritor y ex vicepresidente del primer gobierno sandinista, Sergio Ramírez, a Daniel Ortega y su política?
– Sí las comparto, pero situando mi afirmación. Uno de los problemas fuertes es la estructura fiscal. El presupuesto nacional es deficitario, pese a que el gasto social no satisface las necesidades de la población. Este presupuesto sólo es viable con la cooperación internacional. El de este año tiene un déficit de unos 700 millones de dólares. Antes lo aportaba la cooperación internacional pero ahora se le ha negado por el fraude de las elecciones municipales de noviembre pasado. En esta situación se añaden las consecuencias de la depresión mundial: se agudiza la crisis económica y la crisis fiscal. Es un gobierno que no está a la altura de las necesidades económicas y sociales actuales, debilitado por la corrupción y por la falta de legitimidad,
– ¿La Teología de la Liberación qué vigencia tiene en el continente suramericano?
– Pertenece a la tradición de la Iglesia no sólo latinoamericana, sino universal. Se le reconoce como una aportación importante a la teología universal. Ya no se produce mucho porque son pocos los creadores que sobreviven o son muy mayores. Esa teología queda como una riqueza para la Iglesia y a ella se hacen referencias permanentes.
– ¿La Iglesia Católica pierde también terreno en Centroamérica frente a otras confesiones religiosas como sucede en otras áreas de Latinoamérica?
– Es verdad que también ha perdido terreno. Entre un 25 y un 30 por ciento de la población es de los grupos evangélicos protestantes. Sólo se confiesan católicos un poco más de la mitad de la población. Pero también es cierto que el crecimiento de los grupos evangélicos está tocando techo. Ya hace un tiempo que no crecen.
– En estos momentos de crisis internacional ¿qué petición plantearían los países del Sur, que usted conoce, a los del Norte?
– La crisis del sistema que ha regido hasta ahora pone en interrogante ese modelo. Surge un cambio de época, un momento para replantearse posturas. Es necesario diseñar un sistema como respuesta a los sectores pobres, más humano, más justo y equitativo. En el Norte la depresión ha hecho sentir a la población lo que es la escasez de recursos para satisfacer las necesidades incluso más primarias. Eso lo vivimos nosotros desde hace tiempo. Estaremos ahora peor pero es continuación de donde estábamos. Esta experiencia puede servir a los países desarrollados del Norte para dotarlos de más sensibilidad y humanización a fin de ayudar, en definitiva, a los desfavorecidos, comprender y acoger a la inmigración, y para trabajar por un estilo nuevo de sociedad.
FOTO de Rodolfo Cardenal. ANDRÉS CRUZ
*Publicado en La Provincia el 10 de marzo de 2009