La autocrítica no exige crucificar al responsable de este fallo, ni al resto de sus compañeros de línea, cuyo pundonor está suficientemente probado, pero sí llamar la atención sobre un hecho, que por repetido, provoca inquietud y alarma. Atajarlo de cara a las futuras confrontaciones es un imperativo para abortar el riesgo cierto de pérdida de la categoría actual.
Podrán replicar los jugadores cuestionados que los delanteros también fallan. Cierto. Algunos de los puntas amarillos tuvieron oportunidades de «matar» al Xerez Deportivo. Unos las desaprovecharon y otros carecieron de fortuna al estrellar el balón en la madera en dos ocasiones. Pero la suma de errores y aciertos de unos y otros determina la conclusión de que la UD Las Palmas se ha dejado muchos puntos en el camino por su fragilidad defensiva.
No faltará quien achaque esta debilidad a la disposición ofensiva que se atribuye a Vidales, en sintonía con los aficionados que gustan del buen fútbol.
El partido del sábado brindaría a esos mismos aficionados otro motivo para la reflexión. Hasta el relevo de Jorge, con sonora protesta del público, el Xerez, firme aspirante al ascenso por una modesta ciudad andaluza, mantuvo dos canteranos canarios en el terreno de juego (Aythami y Momo). La misma cifra que la UD Las Palmas, con David García y Jorge. El dato y la reflexión producen, inevitablemente, grima.
PUBLICADO EN LA PROVINCIA / DLP EL 23 DE MARZO DE 2009