
La posición del entrenador es la más inestable de los clubes. Está a merced del «vestuario» de los futbolistas -Juan Manuel Rodríguez es la experiencia más cercana- y de la inteligente gestión -¿o del capricho?- del dirigente de turno, cuando no del director deportivo de «guardia».
No se sabe qué es peor. Los entrenadores triunfantes coinciden en señalar como clave el control del «vestuario», exigencia para la que son indispensables los que ejercen de capitanes. Mitos del fútbol, como Fusté, afirman que es más trascendente esta figura que la del técnico. El Barça actual que avasalla en la Liga tiene evidentemente en Pujol, su capitán, una referencia insoslayable. Aúna con su coraje, entrega, juego, estilo y autoridad los grandes valores que explican la racha victoriosa de los azulgrana.
La mejor UD Las Palmas tuvo tres capitanes emblemáticos: Guedes, Tonono y Germán. Eran líderes dentro y fuera del terreno de juego. Ellos, al igual que Aparicio, capitán que les precedió, fueron decisivos para interpretar y aplicar con acierto máximo las consignas de los entrenadores de su tiempo (Molowny, Rosendo Hernández, Heriberto Herrera, Pierre Sinibaldi, Miguel Muñoz y Roque Olsen), en la División de Honor del fútbol español. A cada uno de esos técnicos también le llegó el sino del relevo -a veces traumático- para dar paso a una nueva etapa.
No se sabe qué es peor. Los entrenadores triunfantes coinciden en señalar como clave el control del «vestuario», exigencia para la que son indispensables los que ejercen de capitanes. Mitos del fútbol, como Fusté, afirman que es más trascendente esta figura que la del técnico. El Barça actual que avasalla en la Liga tiene evidentemente en Pujol, su capitán, una referencia insoslayable. Aúna con su coraje, entrega, juego, estilo y autoridad los grandes valores que explican la racha victoriosa de los azulgrana.
La mejor UD Las Palmas tuvo tres capitanes emblemáticos: Guedes, Tonono y Germán. Eran líderes dentro y fuera del terreno de juego. Ellos, al igual que Aparicio, capitán que les precedió, fueron decisivos para interpretar y aplicar con acierto máximo las consignas de los entrenadores de su tiempo (Molowny, Rosendo Hernández, Heriberto Herrera, Pierre Sinibaldi, Miguel Muñoz y Roque Olsen), en la División de Honor del fútbol español. A cada uno de esos técnicos también le llegó el sino del relevo -a veces traumático- para dar paso a una nueva etapa.
Amado Moreno.
Articulo publicado en el periódico LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas el día 24 de diciembre de 2008.