A propósito de Luis García Jiménez

Por AMADO MORENO

Uno de los profesionales más versátiles en la historia del periodismo canario, Luis García Jiménez, se ha ido definitivamente, tras fallecer ayer en la capital grancanaria. Era tan versátil que su afilada pluma firmaba cada día cuatro artículos de opinión en el Diario de Las Palmas de los años 60 y principios de los 70: uno en la sección de Internacional, otro en Nacional, un tercero en Local y un cuarto en Deportes. Cada uno de aquellos textos era una muestra de agudeza crítica, ingenio y análisis de la realidad, que llevaba al lector una interpretación atinada y muy cercana de la noticia dominante.

 


Esta tarea era afrontada por Luis García Jiménez cada día sin menoscabo de sus otras obligaciones, primero como redactor jefe y luego como subdirector, responsabilidades que conllevaban de manera simultánea la planificación del trabajo de los redactores y solventar la portada con el entonces director Andrés Ruiz Delgado.


Se “bebía” prácticamente todas las informaciones que escupían los teletipos de moda y aún le quedaba tiempo para “colgarse” del teléfono en la misma mañana y despachar con el presidente del Cabildo de aquel tiempo (Juan Pulido Castro) y el alcalde de la capital (Jesús Pérez Alonso), dos políticos valorados por su independencia y gestión, que le tenían al corriente sobre los progresos y dificultades de ambas instituciones con sus proyectos respectivos.

Como redactor jefe, primero, y subdirector, después, Luis García Jiménez dio ejemplo de periodista vocacional con su entrega total, despectiva con el reloj que debía marcar el final de la jornada. Era periodista las 24 horas del día. Ya lo había demostrado con anterioridad como reportero, cronista y entrevistador, logrando algunas de las exclusivas más importantes de la época, cuando los aviones que cubrían las líneas transoceánicas, carentes de la autonomía de las aeronaves de hoy, quedaban obligados a hacer escala en Gando para repostar, y su pasaje -entre los que descubría casi siempre algún VIP- descendía a tierra.

Su dominio del inglés, además de la taquigrafía, sumado a sus otras cualidades, entre las cuales sobresalía su prosa ágil, fluida e incisiva, le convirtieron en maestro del oficio para muchos periodistas de una generación.

Aunque el periódico le exigía mayor concentración en otras parcelas de la información, nunca quiso dejar del todo la deportiva, en especial la relacionada con el devenir de la UD Las Palmas. Su amor y pasión por el club amarillo le superaban en muchas ocasiones en la crónica o análisis de alguna derrota.

No es fácil prescindir del pudor en estas líneas para poner de manifiesto la proximidad a Luis García Jiménez en los comienzos profesionales del que suscribe. La anécdota sucedió en el túnel de vestuarios del estadio Santiago Bernabéu, minutos antes de un Real Madrid-UD Las Palmas. “Luis (Molowny) saluda a Amado Moreno, periodista y ‘delfín’ de Luis García Jiménez”, espetó Jesús García Panasco al entonces director deportivo del club blanco.

El dirigente de la UD recurrió a la ironía para aquella ‘tarjeta’ de presentación, conocedor de la confianza y plena sintonía que durante muchos años me unió a este gran profesional del periodismo, cuya desaparición lamentamos hoy la mayoría de los que le conocimos y trabajamos codo con codo con él.


PUBLICADO EN LA PROVINCIA / DLP EL 6 DE ENERO DE 2009.