“Nuestra realidad agroclimática es excelente para todos los cultivos subtropicales”
Conchi Santiago tiene 42 años y las ideas claras sobre nuevas modalidades de cultivo en la agricultura canaria, en la que vuelca todo su conocimiento y entusiasmo, heredado quizá de su padre, el empresario Félix Santiago Melián.”Yo no digo final de ciclo, pero sí considero que entramos en un periodo donde tenemos que prepararnos para una bajada de aranceles en el plátano y abordar otras alternativas. Más que solicitar subvenciones o protección a Bruselas, el canario debe mirar hacia dentro, visualizar otras modalidades, prescindiendo del monocultivo que ha sido un hábito tradicional.
Tenemos una realidad agroclimática excelente para todo tipo de cultivos subtropicales, sin descartar plenamente la platanera”, dijo Conchi.
AMADO MORENO – LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. –
– Su empresa, Conagrican, cultiva principalmente plátanos en sus diferentes variedades en 150 hectáreas de la comarca Norte. ¿La previsible reducción y pérdida de las subvenciones europeas a este cultivo induce a pensar en un cambio de ciclo en el sector agrario canario, como ocurrió con la caña de azúcar o la cochinilla, y habría que imaginar otras alternativas?
– Yo no digo final de ciclo, pero sí considero que entramos en un periodo donde tenemos que prepararnos para una bajada de aranceles en el plátano y abordar otras alternativas. Más que solicitar subvenciones o protección a Bruselas, el canario debe mirar hacia dentro, visualizar otras modalidades, prescindiendo del monocultivo que ha sido un hábito tradicional. Tenemos una realidad agroclimática excelente para todo tipo de cultivos subtropicales, sin descartar plenamente la platanera.
– ¿Sus experimentos y resultados con la piña tropical y el café permiten aventurar su consolidación y expansión en los próximos años con criterios de rentabilidad productiva y comercial?
– Apostamos con seguridad por la piña tropical. Es una posible respuesta como alternativa de futuro. Pero también hay que difundir al mismo tiempo las excelentes propiedades terapéuticas o medicinales de esta fruta. Aparte de su sabor, contiene la bromelina, enzima que tiene un efecto antiinflamatorio, contribuye a prevenir infartos de miocardio, trombosis, artritis, etc. Se utiliza mucho en la medicina moderna. Es igualmente interesante para las dietas adelgazantes y tratamientos anticelulíticos, además de contener propiedades diuréticas. En cuanto al café es patente que los costes de producción son elevados, por lo que le vemos menos futuro desde el punto de vista comercial; lo explotamos como atractivo turístico. En cualquier caso, debemos poner el acento en la calidad de nuestros productos para que sean competitivos.
– ¿Su experiencia en Colombia, Costa Rica, Kenia y Guinea Ecuatorial le enseñó algo más que las técnicas de cultivo?
– Cada una de esas experiencias fue muy diferente. A Costa Rica y Colombia fui en 2007 con un objetivo estrictamente profesional. Las de Kenia, India y Guinea Ecuatorial tuvieron más de contacto humano y ayuda humanitaria por mi vinculación con Brahma Kumaris, una ONG afiliada a la ONU. En esos tres países se sobreexplota la mano de obra, con salarios muy bajos. Son situaciones laborales no extrapolables a Canarias. Nuestra empresa tiene trabajadores rumanos, ecuatorianos y, en menor medida, marroquíes y colombianos, cuyas condiciones de hábitat son superiores, con viviendas adaptadas a sus necesidades básicas y estancias.
– Asunto puntual es la crisis económica, con dos lecturas en el ámbito nacional e internacional: el aumento del precio del petróleo y de los alimentos. En el caso de estos últimos a consecuencia del desarrollo de los biocombustibles, con países como Brasil y México a la cabeza, que destinan preferentemente la caña de azúcar y el maíz para producir bioetanol. ¿Es una opción atractiva para el agro canario volver a la caña de azúcar y maíz con esa finalidad?
– La polémica con los biocombustibles no ha desaparecido. El consumo de fertilizantes se ha disparado por ese motivo. China ha acaparado la producción. De ahí que en sólo seis meses hayamos pasado de 30 céntimos el kilo de fertilizantes (nitrato amónico o fosfato monoamónico) a dos euros. Es excesivo. Yo apuesto por una agricultura en la que se economice la materia prima, los medios de producción como el agua y los fertilizantes, en lugar de optar por estos cultivos de bioetanol que pueden provocar un desequilibrio económico. Y atención: la crisis que empezamos a vivir ahora puede ser mayor que la depresión de 1929. La modernización de la agricultura sería una respuesta adecuada a esta situación, disminuyendo los costes de los medios productivos.
– ¿Cuál es su posición ante los cultivos transgénicos rechazados por los ecologistas?
– Estoy a favor de las técnicas de ingeniería genética en materia de cultivos por dos razones: porque contribuyen a prevenir las plagas o enfermedades de las plantas y porque posibilitan aumentar la producción para mitigar el hambre en el mundo. Lo que hay que evitar es un abuso de esas técnicas, ya que, como todos los excesos, sería contraproducente.
– ¿Cree que las políticas del Gobierno regional y del Cabildo grancanario pueden implicarse más en el sector agrario?
– El consejero insular de Agricultura, Demetrio Suárez, se está implicando bastante, con su apoyo a los agricultores en el mercadillo de la Granja del Cabildo. El agricultor vende sus productos, directamente, y, a la vez, más baratos para el consumidor. Son 42 los agricultores y cooperativas que ya estamos allí. Por su parte, el Gobierno canario debería mojarse más.
*Publicado en La Provincia el 26 de julio de 2008