- “Es la obra que me dio a conocer al mundo”
- “Al Caudillo le vi unas ocho veces. Era muy parco en palabras, aunque conmigo se mostró siempre cordialísimo”
- “El mundo sería mucho mejor, como decía Rodin, si el hombre fuera como los artistas, que viven por amor a lo que hacen”
- “Plácido Fleitas era un poeta de la escultura, un creador y no un copiador de la Naturaleza”
La polémica y previsible exhumación del cadáver de Franco en el Valle de los Caídos, devuelve a la actualidad la entrevista concedida en 1975 a Amado Moreno para “Diario de Las Palmas” por el autor de la monumental escultura que adorna el recinto funerario y religioso, Juan de Ávalos, en su primera visita a la capital grancanaria.
Reconocía entonces que fue la obra que le generó prestigio internacional, aunque no la consideraba la mejor de su producción artística. Cuenta su primer encuentro con Franco cuando le insinuó su compromiso para dejar su huella de escultor en el Valle de los Caídos y ofreció también sus impresiones sobre estilos y sobre la figura del canario Plácido Fleitas del que se consideraba amigo.
Juan de Ávalos nació en Mérida (Extremadura) el 21 de octubre de 1911 y falleció en julio de 2006 a los 94 años. Su familia se trasladó a Madrid cuando él tenía siete años, y entró al colegio de los Mercedarios alternando sus estudios con el dibujo.
En 1927 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Badajoz y acabó en 1931 con el Premio Aníbal Alvarez y otros en su especialidad de modelado.
En 1933 fue nombrado profesor de Término Modelado y Vaciado en la escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal y tres años después empezó a dirigir esa escuela y fue nombrado subdirector del Museo Arqueológico de Mérida.
Dedicado a la escultura en todas sus manifestaciones, se reconocía influenciado por los clásicos grecorromanos, después por los artistas del Renacimiento y posteriormente por maestros contemporáneos.
Realizó también obras más vanguardistas y finalmente se interesó por el arte figurativo. Entre su obras destacan las enormes estatuas de los evangelistas, virtudes y piedad y la de cuatro arcángeles de la cruz y basílica del Valle de los Caídos, obra por la que se le asociaba a Francisco Franco, y que por ese encargo cobró 300.000 pesetas.
También son famosas las figuras yacentes que esculpió de los Amantes de Teruel para cubrir los sarcófagos de alabastro que se visitan hoy en la iglesia de San Pedro de la ciudad aragonesa.
El Gobierno de Sánchez renuncia al museo de la memoria
Por otra parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no considera posible “resignificar” el Valle de los Caídos para reconvertirlo en un “lugar de reconciliación”, como apostaba el PSOE tiempo atrás, debido a su fuerte carga simbólica.
La propuesta del Gobierno socialista es transformar el Valle de los Caídos en un “lugar de reposo” de los que están allí enterrados; “un cementerio civil”, con excepción de la basílica, que continuará reservada al culto, según afirmó hoy en Bolivia donde se encuentra en visita oficial
Esta postura significa una rectificación de la proposición de ley de reforma de la Ley de Memoria Histórica que presentó el Grupo Socialista en diciembre pasado para convertir el Valle de los Caídos en “lugar de memoria para las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista”.
El texto insistía más adelante en que el recinto se reconvertiría en un centro nacional “impulsor de la cultura de la reconciliación, la memoria colectiva democrática y la dignificación y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil española y la dictadura, a través de proyectos y programas culturales, museísticos y de investigación”.
Pedro Sánchez admite en este momento que la exhumación de los restos de Franco está resultando “más compleja” de lo que pensaba y que, quizá por falta de experiencia, creyó que el camino estaría “más expedito”.
Reiteró, sin embargo, en que “ninguna democracia puede rendir tributo a un dictador” y negó que la decisión de recurrir a la fórmula del decreto ley para llevar adelante la exhumación responda al deseo de “blindar” la medida con el respaldo del Congreso. Solo busca, justificó, un plus de legitimidad.