Zoólogo y etólogo

Nació en enero de 1928 en Purton, un pueblo de Wiltshire en la campiña inglesa, y con 14 años perdió a su padre. Está casado con la historiadora Ramona Baulch, coautora de varios de sus libros y madre de su hijo. En 1960 se le conoció como presentador de un programa de la cadena independiente de televisión ITV llamado zoo time. Sus estudios se han centrado en la conducta animal y, por ende, la humana, explicados desde un punto de vista estrictamente zoológico. Ha escrito varios libros y producido numerosos programas de televisión. Su aproximación a los humanos desde un punto de vista plenamente zoológico ha creado controversia desde sus primeras publicaciones. Su libro The Naked Ape (El Mono Desnudo), publicado en 1967, es una realista y objetiva mirada a la especie humana.

El Contrato animal (1991) es un valiente alegato ecológico que exige a la especie humana respetar su compromiso con la naturaleza. En sus recorridos por las distintas culturas mundiales Morris abrazó el feminismo. La mujer desnuda es su última gran obra. El zoólogo entresaca a las culturas mediterráneas que encierran a sus mujeres en los confines del hogar familiar o las musulmanas que cubren sus cuerpos de la cabeza a los pies.

Morris aún mantiene su optimismo en la especie humana, pese a que, aventura nuestra autodestrucción y una ruptura brusca de la cadena evolutiva.

Además de sus logros científicos, es un artista de la tradición Surrealista, Morris ha contribuido significativamente al movimiento surrealista británico. Realizó su primera exposición en solitario en 1948, y ha continuado exponiendo regularmente desde entonces.

En 1951, habiendo obtenido grado de honor en zoología en la Universidad de Birmingham comienza a investigar para su doctorado en comportamiento animal en Oxford.

En 1954 es galardonado como Doctor en filosofía (PhD) por la Universidad de Oxford.

En 1957 fue cuidador de una exhibición de pinturas y dibujos realizados por chimpancés en el Instituto de Artes Contemporáneas de Londres, incluyendo pinturas realizadas por un chimpancé joven, llamado Congo. Pablo Picasso aparece registrado como comprador de una de las obras de Congo y defendió públicamente tanto a Morris como a Congo de aquellos que sugirieron que el trabajo realizado por los chimpancés no era arte.


El mono desnudo

Por 
Jordi Guzman

Estoy ahora releyendo el libro El mono desnudo de Desmond Morris, un curioso y en su época escandaloso, acercamiento científico y zoológico del comportamiento humano. Como si de un estudio de cualquier tipo de animal se tratase Morris nos hace ver el comportamiento primate que aun subyace en nuestra reacciones, el sexo, las relaciones personales y muchas mas cosas. Un libro imprescindible para los interesados en la antropología. En este, Morris se pregunta (entre otras muchas cosas) el porque de esta desnudez y falta de pilosidad, de nuestros cuerpos y aventura una serie de hipótesis de lo mas curiosas.

Pero antes de las hipótesis vamos por los hechos. En realidad, aunque pequeños y finos nuestro cuerpo si que tiene en toda su superficie una gran cantidad de pelos, en cambio los individuos de piel negra los han perdido por completo.

La primera de las hipótesis es que el mono cazador cuando dejo de ser nómada (es decir, cuando bajó de los árboles) e instalarse en cubiles y cuevas, se vieron infestados de parásitos de todo tipo, por lo tanto perder el abundante pelo que seguro que tenia le vino muy bien. Otra hipótesis parecida es que al comer el pelo se le tenia que ensuciar mucho con el riesgo de sufrir enfermedades, algo parecido sucede con el cuello de los buitres el cual esta libre de plumaje porque al comer hunde su cabeza en la carne podrida. Otra mas sugiere que fue el uso del fuego lo que provoco la reducción de vellosidad.

Pero la mas interesante y extraña es la que sigue, sostiene que antes de convertirse en mono cazador el mono salido de los bosques paso por una etapa acuática, se traslado a las costas donde el alimento en forma de crustáceos, mariscos y peces era de fácil acceso, poco a poco se fue adentrándose en aguas mas profundas, aprendiendo nadar, hay que reconocer que los humanos somos los únicos primates que se desenvuelven mejor en el agua. Mas adelante, y gradualmente fue abandonando el agua para adentrarse en los espacios abiertos. Y aportan estas pruebas: en nuestra espalda los pelos tienden a apuntar hacia atrás y al centro, siguen la dirección del agua que pasaría por encima de un nadador, otra prueba es que somos los únicos primates que poseemos una capa subcutánea de grasa, algo parecido a la capa de grasa de las focas o ballenas, una mas es el velo interdigital incipiente en nuestras manos, signo evolutivo que acabaría convirtiendo nuestras extremidades en palmeadas. Son hipótesis un poco traídas por los pelos, como advierte el autor, pero estimulantes, sin duda. Para saber mas recomiendo la lectura del libro.

Esta entrada fue publicada el Enero 15, 2007 a 4:47 pm y está archivado en AntropologíaCiencia

*Publicado en La Provincia el 24 de agosto de 1976

 LEER ENTREVISTA DE AMADO MORENO A DESMOND MORRIS