La capilla ardiente del presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, Ángel Luis Tadeo, instalada en el tanatorio San Miguel, ha sido un hervidero multitudinario de amigos y admiradores, para testimoniar su afecto y consternación a su esposa, Pino, a sus tres hijos, Ángel Luis, José y Pino Jéssica, así como a los demás familiares.


Arquitecto técnico y empresario singular, Ángel Luis Tadeo ha muerto prematuramente a los 59 años, mientras jugaba la “prórroga” de su vida, según gustaba de recordar con humor frecuentemente a sus hijos, cuando éstos le requerían un ritmo de vida equilibrado y menos frenético, en aras de su salud, muy quebrantada en los últimos tiempos, y agravada a su regreso de un reciente viaje a China.

Complicaciones multiorgánicas, originadas por una insuficiencia hepática inicial, truncaron finalmente la vida de este dinámico empresario, en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, a las siete de la tarde del sábado 8 de enero. “La muerte acabó imponiéndose a su vitalidad y optimismo genéticos”, evocaba en la capilla funeraria uno de sus hijos, entre orgulloso y apenado.

Fundador y presidente del Grupo Dunas, Ángel Luis Tadeo, nacido en Las Palmas de Gran Canaria en febrero 1951, deja un legado hostelero con unas 3.000 camas en el sector turístico, que factura en torno a los 12 millones de euros anuales y mantiene en nómina a casi medio millar de trabajadores.

Sus instalaciones emblemáticas se hallan en el Campo Internacional de Maspalomas, con el primer hotel horizontal de la Isla, el Dunas Suite, más los Dunas Villa, y Dunas Bungalows. Con exquisito gusto arquitectónico, enemigo del pastiche o la chapuza, Tadeo diseñó en el Campo Internacional de Golf complejos alojativos pioneros y verdaderamente modélicos, en los que no regateó superficies para zonas verdes y satisfacer a los clientes más exigentes.
Su vocación empresarial era tan intensa como su canariedad. Los puestos de responsabilidad en su grupo empresarial, salvo alguna justificada excepción, son acaparados por profesionales nativos. Era un método de trabajo del que se ufanaba, convencido totalmente del importante capital humano existente en las Islas para afrontar con éxito dinámicas empresariales como la suya. Nuca cayó en la tentación de rendirse al papanatismo con mediocridades foráneas, que deslumbraban (y deslumbran aún a algunos de su gremio) con su “piquito de oro”, pese a vender sólo humo.
En plena euforia con la expansión de su pequeño imperio, en su discurso habitual insistía a menudo en la necesidad de comprometer al empresariado canario “para devolver por algún medio a la sociedad canaria parte de lo que había recibido de ella”.

Alternó su actividad empresarial con su otra vocación, la deportiva. Ex jugador del histórico Sporting de San José, ex presidente del Maspalomas y de la UD Las Palmas, Ángel Luis Tadeo apostó siempre por la continuidad del Estadio Insular como primer recinto futbolístico de la capital grancanaria. Propugnó, desgraciadamente sin fortuna, que el Cabildo encargara al arquitecto valenciano Santiago Calatrava la pertinente reforma y ampliación del Estadio Insular, antes de acometerse la construcción del nuevo Estadio Gran Canaria, que exigió una inversión superior a los 16.000 millones de las antiguas pesetas. Esta última obra, que incluyó una pista de atletismo en completo desuso, sigue siendo criticada hoy por muchos en la medida que representa una “nevera” para los aficionados y futbolistas de la UD Las Palmas.

En su faceta estrictamente familiar, Ángel Luis Tadeo se ha despedido definitivamente rodeado del cariño de su esposa y tres hijos, que, tópicos al margen, lo adoraban. Ninguno de ellos olvida sus oportunos y sabios consejos: “Miren siempre de frente, directos a los ojos de las personas, nunca de arriba hacia abajo”, “Caminen por la tierra sin levantar polvo” y “Sean buena gente con todo el mundo”. Las recomendaciones paternales parecen extraídas de un manual de filosofía oriental. Consta que él trató de aplicarlas a lo largo de su vida. Es lo que explica parcialmente la riada humana que desembocó en su capilla ardiente para lamentar su muerte, antes de la incineración de sus restos, a las 20.30 horas.

Descanse en paz Ángel Luis Tadeo.