Antonio Brito, con la indumentaria del Tenisca/LP-DLP

Antonio Brito, con la indumentaria del Tenisca/LP-DLP

Figura relevante del fútbol palmero conquistó el campeonato regional de Primera con  la S.D. Tenisca en la temporada 1964-65

Fue despedido el viernes último en el cementerio de La Atalaya de Guía, tras fallecer en su domicilio a la edad de 78 años

Amado Moreno

En el cementerio de La Atalaya de Guía, familiares y amigos dieron ayer tarde el útimo adiós a Antonio Brito Martínez, “Toño” (Santa Cruz de La Palma, 1946), tras el oficio religioso celebrado en la iglesia del barrio. Destacada figura del fútbol en La Palma durante la década de los años 60 del pasado siglo, Toño, como era conocido en su isla natal, falleció en el domicilio familiar guiense en la madrugada del viernes, después de luchar valerosamente los últimos cuatro años plantando cara a una enfermedad que fue minando con ritmo inexorable su salud.

Los testimonios por su fallecimiento se acumularon a lo largo de la jornada, tras la noticia de su muerte. Han sido significativos los procedentes de la Isla Bonita, en primer lugar del club en el que sobresalió como uno de sus máximos goleadores, la S.D. Tenisca. Hoy presidida por Jorge Galván, con apenas dos años en el cargo, se apresuró a manifestar ayer públicamente su condolencia. “Aunque por mi juventud no tuve la suerte de verle como futbolista, poseo las mejores referencias suyas como deportista y como persona, de modo que compartimos con su esposa y familia el pesar por la desaparición”, comentó.

Alineación de la SD Tenisca, campeón regional canario de Primera Categoria en 1965. De pie: Pedro Miguel, Sergio, Aroldo, Francisco Duque (entrenador), Feluco, Carmelo, Reinaldo y Álamo. Agachados: Francisquito, Toño Brito, René, Pepín y Fredy/DLP

Alineación de la SD Tenisca, campeón regional canario de Primera Categoria en 1965. De pie: Pedro Miguel, Sergio, Aroldo, Francisco Duque (entrenador), Feluco, Carmelo, Reinaldo y Álamo. Agachados: Francisquito, Toño Brito, René, Pepín y Fredy/DLP

Más sobrado de recursos a la hora de opinar sobre la trayectoria  futbolística del fallecido se muestra Blas Pérez Pérez, directivo y secretario en diversas ocasiones de la S.D. Tenisca desde 1967, durante más de dos décadas,  y descendiente, además, de Blas Pérez Casaña, uno de los fundadores del club.

“Toño protagonizó una de las etapas históricas, siendo campeón insular y también de la Primera Categoría regional canaria en 1965. Acreditó un extraordinario olfato para el gol, convirtiéndose en uno de los  rematadores más eficaces del Tenisca. Conformaba una delantera homologable con los “cinco magníficos” del Real Zarazoga, si me permite la comparación. Estaba integrada por Francisquito, Reinaldo, Toño Brito, Fredy y Pepe Conde”, rememora con entusiasmo y nostalgia.

Su eficacia goleadora quedaría sellada tempranamente  cuando, sin haber cumplido los 18 años, debutó con el Tenisca y en un partido frente al  CD Argual en los Llanos de Aridane, marcó siete de los nueve goles que dieron el triunfo a su equipo sobre el rival, apuntó  Blas Pérez como anécdota.

Pepe Conde, médico urólogo, y antiguo compañero en aquella delantera, hoy con 77 años, no disimula su emoción, lloroso a través del teléfono, y desde Santa Cruz de la Palma, por la pérdida de quien consideraba un amigo desde la infancia: “Vivíamos incluso en la misma calle. Y luego triunfamos y compartimos muchas satisfacciones en el Tenisca, formando parte de una delantera que deleitaba casi siempre a los aficionados al buen fútbol. Confrontamos con  los grandes y célebres clubes en categoría regional de la época. Conservamos bonitos recuerdos de nuestros enfrentamientos al Artesano, Firgas, Arucas, Sporting San José y UD Guía, todos ellos de Gran Canaria. También nos medíamos a los tinerfeños, obteniendo una victoria memorable por 5-1 sobre el Puerto Cruz, entonces un conjunto de solera. Firmamos la goleada los cinco delanteros de entonces: Francisquito, Reinaldo, Toño, Fredy y yo, que tenía la posición de extremo izquierdo”.

En clave de resumen, subraya que su amigo y compañero Toño, con el que coincidió también un año estudiando en la facultad de Medicina de la universidad de Cádiz, era “una excelente persona y mejor futbolista. Lamento muchísimo su muerte”.

Un infortunio –de salud, según sus allegados- obligó a Antonio Brito  a abandonar la universidad gaditana y trasladarse luego a Venezuela, reclamado por su padre que seguía allí establecido, y donde orientaría su vida más tarde como empresario comercial. En el nuevo destino sudamericano conoció a la que sería su esposa, natural de Guía de Gran Canaria, Teresa Díaz Jiménez, con la que contrajo matrimonio en diciembre de 1971 en Caracas. Tuvieron dos hijos,  Patricia y Christopher.

Al cabo de más de una veintena de años, con residencia primero en la capital venezolana y después en Isla Margarita, regresaron a Canarias. Tras una breve etapa en Tenerife, su último periodo ha transcurrido en la ciudad guiense, en la que Antonio Brito Martínez ha terminado falleciendo. Curiosamente ha sucedido después de haber logrado disfrutar, pese a su precaria salud, siguiendo por televisión todos los triunfos de la selección española en la Eurocopa 2024, hasta la victoria en la final por 2-1 sobre Inglaterra.

La penosa circunstancia de su óbito aconseja finalmente sumarme a compartir y expresar el sentimiento de pesadumbre a su esposa, a sus hijos y demás familia, extensivo en concreto a María del Rosario y Carmen Elvira Brito Martínez, hermanas del fallecido ex futbolista y empresario de origen palmero. Descanse en paz.

* Publicado en La Provincia el 20 de julio de 2024.

DESCARGAR EJEMPLAR DE LA PROVINCIA